"Todo lo que hacemos está destinado a servir a la agricultura."

 

Jan-Hendrik Mohr, miembro de la directiva del consorcio, explica en la entrevista lo que caracteriza al consorcio – y la forma en la que la empresa madre en Harsewinkel, Alemania, trabaja con las ubicaciones internacionales de CLAAS.

Sr. Mohr, usted trabaja desde hace casi 40 años en CLAAS. ¿En qué medida ha cambiado la empresa durante este tiempo?

Por un lado, hemos crecido mucho. Hemos incrementado nuestra facturación de varios cientos de millones de euros a cerca de 4,8 miles de millones de euros al año. Por otro lado, nuestra gama de productos ha cambiado notablemente, especialmente debido a la adquisición de la gama de tractores a principios de los años 2000. Además, hoy en día somos mucho más internacionales que entonces: Desde la disolución de la Unión Soviética hemos, por ejemplo, ampliado nuestras actividades hacia Europa del Este. Tenemos una presencia mucho mayor en Norteamérica. Y, durante décadas, hemos desarrollado actividades en Asia y en muchos otros países del mundo.

Jan-Hendrik Mohr, 58

creció en una granja en el norte de Hesse. A partir del año 1984 realizó una formación profesional y una carrera dual de ingeniería industrial en CLAAS. A continuación ocupó diferentes funciones en el consorcio – tanto en los departamentos de investigación y desarrollo, como en la producción, en Alemania y en el extranjero. En el año 2007 pasó a formar parte de la directiva del consorcio y desde el año 2016 es responsable del área de negocio cosecha de cereal.

¿Qué papel juega la ubicación en Harsewinkel en este desarrollo?

Harsewinkel es el lugar donde nació el grupo CLAAS y sigue siendo nuestra sede. En la fábrica, no solo fabricamos modelos de cosechadoras como la LEXION y la TRION, sino también las picadoras JAGUAR y el gran tractor XERION. Además, la familia Claas tiene sus raíces en esta ciudad. La directiva del consorcio y nuestras socias accionistas y socios accionistas se encuentran aquí. Con ello, la fábrica en Harsewinkel siempre ha podido marcar pautas. Especialmente en el segmento de las cosechadoras, ha desarrollado nuevos procesos, métodos y productos, que han sido seguidamente aplicados en todo el grupo empresarial. Para ello, es importante recalcar que la ubicación en Harsewinkel no trabaja sola, sino dentro de una red empresarial con las otras empresas hermanas, por ejemplo, en China y en los EE.UU.

¿Cómo funciona el trabajo en equipo de Harsewinkel con sus empresas hermanas internacionales?

Para nosotros siempre ha sido y sigue siendo importante el preparar nuestras ubicaciones internacionales de producción de manera que se conviertan en socios a nuestro mismo nivel. Cuando hacemos cosas de manera diferente, tanto en la producción, en el departamento de compras o en investigación y desarrollo, a menudo empezamos en Harsewinkel. Pero la cooperación con las otras fábricas se realiza entre iguales. Intercambiamos componentes, nos suministramos recíprocamente, buscamos conjuntamente los mejores proveedores y desarrollamos sobrepasando los límites de la propia ubicación, para nombrar solo algunos ejemplos.

¿Qué valora especialmente de la ubicación en Harsewinkel?

En mi opinión, Harsewinkel materializa una postura que define al grupo en el mundo entero – y esta es que a pesar de todo el orgullo que acompaña cada éxito, siempre surja la pregunta: ¿Y ahora qué? Una anécdota al respecto: Antes de que falleciera en junio del año 2022, visité la producción con Reinhold Claas. Le pareció muy interesante e hizo un gran número de preguntas. Cuando estábamos terminando el paseo, me preguntó por lo que estaba por venir, también con respecto a la digitalización. Ya contaba con más de 90 años de edad.

¿Será el consorcio CLAAS aún más global en los próximos años?

Definitivamente. En el área de negocio de las cosechadoras, por ejemplo, es para nosotros factible actuar de forma más intensiva en el hemisferio sur, en Sudamérica, África, Australia y Nueva Zelanda. Pero posibles expansiones no cambian nada en la filosofía empresarial de CLAAS. Todo lo que hacemos está destinado a servir a la agricultura.